Nuestras rutinas diarias pueden ser cansadas y estresantes. Vamos de un lado para otro, haciendo muchas cosas, y al final terminamos con mucho estrés. Lo peor de todo es que ese estrés puede ser contagioso y afectar a toda la familia.
Podemos liberar y eliminar ese estrés de formas muy sencillas y en familia a través de 4 formas muy sencillas para relajarte con tus hijos, que puedes convertir en lindas actividades familiares.
1. Pintar
¡A niños de todas las edades les gusta pintar! Hace un tiempo se popularizó esta actividad como una forma de relajación para adultos y es excelente para compartirla en familia.
Pintar mandalas con crayones ayuda a fomentar la concentración y desarrollar la paciencia, además de que baja el nivel de estrés y ansiedad. A los niños, además, les ayuda a mejorar la motricidad fina y les da oportunidad para liberar su creatividad.
2. Respirar profundo
Es bien sabido que las técnicas de respiración son una forma efectiva de relajarse; oxigenan el cerebro y ayudan a despejar la mente. Además, es algo que una vez lo aprendemos, podemos hacerlo en cualquier momento. Pero… ¿podemos hacerlo con nuestros hijos?
La respuesta es sí, solo debemos presentarlo de forma adecuada.
Un excelente ejercicio de respiración para practicar con tus hijos se llama “respiración con un amigo”. Escojan un juguete o un peluche cada uno, al que llamaremos “amigo”, y acuéstense boca arriba con él en el estómago. Luego, tomen aire por 3 a 5 segundos, deben enfocarse en ver a su “amigo” elevarse al respirar. Sostengan la respiración por dos segundos y luego exhalen durante 3 a 5 segundos.
No solo es un ejercicio sencillo y relajante, también ayuda a mejorar la concentración con la practica constante.
3. Reír
La risa es una gran forma de liberar tensión y estrés para relajarnos. Entre sus acciones están: liberar endorfinas, inhibir la producción de la hormona del estrés, estimular la circulación y la oxigenación y ejercitar los músculos faciales y abdominales.
Las instrucciones son: reír a carcajadas por 30 segundos todos juntos y luego permanecer en silencio durante 15 segundos. ¿Sabes que es lo mejor? ¡Puedes fingir la risa!
Si, no importa si la risa es espontánea o fingida. Lo importante es que salga desde el estómago. No te preocupes, poco a poco ira saliendo sin fingir y será cada vez más difícil guardar silencio durante esos 15 segundos.
4. Meditar
La meditación es una excelente forma de relajarnos. Reduce la ansiedad y el estrés, mejora la concentración y ayuda a dormir mejor. Si queremos practicarlo con nuestros hijos, una de las mejores y más sencillas formas es la que la tradicional disciplina yoga práctica y la llama “trataka” que consiste en mirar fijamente a un solo punto, (un objeto pequeño, un punto negro, o la llama de una vela).
Esta técnica es sencilla, solo necesitas un cuarto oscuro y una candela encendida. Siéntense a una distancia prudente de la candela encendida y observen fijamente la llama por 5 minutos. La idea es observar sus movimientos mientras se respira profundamente.
Si tus hijos son muy pequeños y se les dificulta, pídeles que cuenten las veces que la llama tiembla o recompénsalos de alguna manera por el tiempo que pasen observándola.
Estas pequeñas técnicas de relajación son excelentes para tomarte unos minutos y compartir en familia mientras liberan un poco de la tensión del día a día. Escoge una y practíquenla, combínenlas, adáptenlas a sus propias rutinas y vidas en familia.
No olvides que hay otras maneras en que puedes ayudar a que sean aún más efectivas, como una alimentación más sana, una buena noche de sueño con Passiflora Compuesta o realizar más ejercicio día a día. Todas son formas en que mejoramos nuestro estilo de vida y que ayudan, poco a poco, a que nos vayamos alejando del estrés.